ENTRE LA HISTORIA Y LA LEYENDA:

Aunque está mal documentado, se iniciaría la extracción de la sal desde tiempos inmemoriales, pero de forma artesanal, manual, para consumo doméstico. La explotación industrial sería relativamente reciente. Si hacemos caso de las ruinas de los edificios que, con toda probabilidad, se pueden fechar entre los siglos XVII y XVIII, no sería hasta entonces cuando se produjera la industrialización del proceso. De hecho, a pesar de la importancia de la sal en la antigüedad, (de ella deriva la palabra salario) y de la proximidad de la calzada romana a estas instalaciones, no se cita en ningún texto romano o no ha llegado hasta nuestros días esa información.

El proceso se iniciaría mediante la extracción del agua salada, desde un pozo situado al sur de los edificios. Desde el pozo se canalizaría el agua hacia las eras de evaporación, contiguas al pozo. Previamente, las eras serían barridas y limpiadas exhaustivamente hasta que el enlosado que cubre su suelo no tuviera residuos de tierra ni de lodos.

El primer llenado de las eras se realizaría en mayo y, aproximadamente en un mes, se evaporaría el agua y se podría recoger la sal. Esta se trasladaría a las eras próximas al edificio más pequeño para su escurrido definitivo. El edificio pequeño actuaba como almacén de la sal a granel. Probablemente esta sal sería utilizada sobre todo en salazones, ya que la presencia de sales de magnesio la hace un poco amarga para cocinar. El edificio más grande sería viviendas, almacén de utillaje, cuadras (no olvidemos que la mayoría de las tareas se realizaban con mulas). Dado lo señorial de algunas partes de las ruinas, seguramente sirvió de vivienda del administrador. El proceso de elaboración se prolongaría de mayo a octubre, meses en que la insolación y la temperatura permitirían la evaporación. El resto del año la extracción de sal se paralizaba y comenzaba su comercialización para salazones.

Más recientemente la sal extraída era mezclada en Bujaraloz con sal gema, probablemente procedente de Remolinos. Esta mezcla permitía sin duda amortiguar el sabor amargo de la sal local y darle una diversidad de sabor al monótono cloruro sódico de las minas de Remolinos. El molino era una construcción de alabastro, similar a un pajar en su exterior, estaba situado en los solares que hoy ocupa el centro de salud.


Fauna y flora de las saladas
La extracción de la sal
Ruta por las saladas